Bella Unión, pedacito de cielo!

 

Existe un pedacito de cielo en la tierra, una pequeña comunidad casi escondida y remota en la Provincia del Callao, en el Perú, que ha permanecido incólume y por eso casi perfecta con el pasar del tiempo, donde casi todos son familia, las amistades son eternas, donde la risa es el pan de cada día, donde la generosidad y buena fe todavía existen, tal vez pase desapercibida si no tienes la capacidad de observar mas allá de lo plausible, tal vez pase palidece en comparación con la estrepitosa realidad limeña, tan zalamera y poco santa, que impide a algunos imaginarse el azul cielo serrano, o la estrellada noche en un playa del sur,  o la existencia de un lugar que sea un poquito de cielo en la tierra. Para llegar necesitas bordear las playas del sur limeño, atravesar el caótico centro de Lima, y arriesgarte a entrar a un mundo desconocido para unos y entrañable para muchos, y es que no puede ni debe ser fácil llegar, ni tampoco saber de su existencia, de repente así se conserve en el imaginario de varias generaciones que gozaron y enseñaron a sus descendientes a querer, cuidar y respetar este pedacito de cielo. Cuando por fin llegas cruzando los siete mares y sorteando las bestias terrenales, la sensación es parecida a tu primer vuelo en avión, la sensación de pisar firme hace que pises doble y firme, algunos saltan de alegría y otros se persignan de emoción.

Allí los juegos tienen magia de fascinantes e interminables retos de imaginación, risa, aventura y emoción, allí aprendes que existe el mundo mágico perfecto de los juegos infantiles, aprendes por ejemplo a correr hasta para que no te caigan los “7 pecados” o los sitios inexplorados para un buen escondite, también existe el enigmático “encantado”, donde quedas paralizado por obra y gracia de un pelotazo, y entonces giras y tiras la bola llamando al siguiente culpable, que dependiendo de su destreza quedará o no paralizado. Aprendes a correr rápido para jugar a las chapadas y a repetir complicados trabalenguas que son algo así como el desencanto o liberación. Puedes también experimentar una sesión hipnótica, con el repetitivo juego de los yaxes, sentada en plena vereda y al ritmo del tren que pasa y se siente muy cerca, es el mejor sitio, y entonces comienzas sorteando los siete niveles que finalmente terminan en hipnotización completa, momento de meditación infantil. Allí los juegos son por edades y sin duda alguna cuando llega el juego de la “botella borracha” ya avanzaste varios niveles de madures, digamos que vas dejando la infancia y aprendes de encantos y desencantos, encuentras fascinante bordear los linderos de aquel pedacito de cielo, de forma repetitiva, itinerante y con absoluto aplomo, puedes repetirlo una y otra vez. Suele pasar que encuentras un acto de fe y genial en cada esquina, suele pasar que creen y practican la generosidad a diario, y también existen almas tan angelicales que son el soporte espiritual de esta comunidad tan pequeña y perfecta que se compara a las puertas del cielo, y llamada oficialmente urbanización “Bella Unión”.

Bella Unión, pequeño bastión de remembranzas y costumbres andinas que se hicieron nuestras y quedaron en el tiempo, mudo testigo de alegrías y sufrimientos desde sus esforzados fundadores, hasta el ejemplo mismo de amistad y solidaridad de todas sus generaciones. Bella Unión, pedacito de cielo, que en tus callecitas guardas la alegría de tu barrio, la emoción de tu gente cuando regresa, cuando de lejos te recuerda y entonces como elegía de un verso tomas forma y te vuelves eterna.

Animo a todos aquellos que tenga recuerdos, fotos, anécdotas, a compartir un poquito de sus memorias en esta oda y remembranza muy a mi manera, pero también de cada uno de ustedes que con sus recuerdos embellecen, engrandecen y dan vida a ese pedacito de cielo llamado, Bella Unión!

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4 comentarios sobre “Bella Unión, pedacito de cielo!

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  1. Este barrio nacio hace mas de medio siglo con sus luchadores y valientes hombres en su mayoria migrantes de las zonas andinas de nuestro Peru que llegaron a armar sus casas en una «pampa pelada» como se dice, duenos solo del terreno pero que a punta de sacrificios, organizacion y deseos de superacion
    lle dieropn el saneamiento que hoy tiene y cuyos hijos y nietos disfrutan, porque muchos de sus fundadores y fudnadoras ya partieron al viaje sin retorno, pero felices de haber dejado este klegado a sus hijos.

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